Dichos patinetes pertenecen a una empresa y se ubican en varios puntos de la vía pública, donde los clientes los alquilan mediante una aplicación informática a través del teléfono que realiza el cargo del alquiler; una vez finalizado el uso, el responsable de la empresa los recoge en la ubicación donde se encuentran mediante el GPS.
La Guardia Civil supo del hurto a partir del aviso de uno de los trabajadores de la empresa que alquila estos patinetes en la zona; tras comprobar la desaparición de uno de los modelos, intentó localizarlo a través de una aplicación informática que marca la localización del patinete, la cual le llevó hasta el garaje de una vivienda.
Fue en ese momento cuando avisó a la Guardia Civil y narró a los agentes que acudieron los hechos sobre el hurto, quienes localizaron momentos después al dueño o morador del garaje, quien voluntariamente accedió al registro del mismo por los agentes, que acto seguido encontraron el patinete en cuestión, que fue devuelto a su legítimo propietario.
Inmediatamente los agentes de la Guardia Civil investigaron a esta persona, quien no pudo dar en ese momento explicación convincente alguna de por qué estaba el patinete en su garaje, como presunto autor de un delito de hurto, quedando a disposición del correspondiente Juzgado, en funciones de guardia, de la localidad de Arrecife.
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